lunes, 10 de marzo de 2014

Una mañana me levanté y fuí a la tienda mágica con mi gata Pelusa, para comprarle tierra de ultra-caca de arena para mininos. ¡Era genial para ella! Ya que le tenía que poner pañales mágicos. Luego ví un montón de botellas de coca-cola mágica que hacían que hablaran. Pelusa era tan traviesa que se tomó una botella, y le pregunte:- ¿Qué juguete quieres? Y ella me contestó :- Quiero un sonajero minino miau. Cuándo fuí a cojerlo de la estantería, vi un aro transportador y me ví a mi en el futuro con mi gatita. Me asomé y alguien me empujó por la espalda y el portal se cerró. Al cabo de un rato, encontré otra tienda mágica. Ví otro portal que me llevó hasta el presente y me fui a dormir.

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